Cómo ser un Latin Lover es la nueva cinta
estelar de Eugenio Derbez después de No
se Aceptan Devoluciones. Para comenzar, la película sí es bastante buena,
pero es inferior a su cinta previa.
La película trata sobre un hombre
llamado Maximo que es un holgazán y un bueno para nada, excepto para seducir a
las mujeres. Mediante su sobrino planea conquistar a una empresaria rica para
que lo mantenga. Es un tema bastante cómico y además la cinta posee el mensaje
de la unión familiar al igual que No se
Aceptan Devoluciones.
Algunos personajes experimentan un
desarrollo y logran superarse a sí mismos a lo largo del largometraje. El
sobrino de Maximo es un niño introvertido que tiene dificultades hablándole a
una niña que le gusta, y la hermana de Maximo es una mujer que lleva a cabo una
vida aburrida y muy rutinaria. Al final de la cinta podemos ver como estos
personajes han progresado. Sin embargo, el personaje que menos evoluciona es,
curiosamente, el personaje principal. Bueno, para especificar, sí progresa,
pero no completamente. La cinta nos hace claro que este personaje posee dos rasgos
erróneos y mientras que logra superar uno de ellos, el otro no. Al final de
cuentas, el personaje de Maximo sigue haciendo lo mismo que hacía desde el
inicio de la película.
La película
tiene algunos chistes muy buenos y Eugenio Derbez es buenísimo como siempre. Pero
cabe mencionar que el humor es más físico que de costumbre. No hay mucha
comedia sarcástica como se suele esperar con el cine mexicano. Y muchos de los
chistes verbales recurren a bromas de tipo sexual. Algunos de estos chistes
funcionan, pero también hay otros que simplemente no.
En conclusión, Cómo ser un Latin Lover es una cinta entretenida que vale la pena
ver para pasar unas cuantas horas. No es una gran comedia y no tiene ni el
ingenio ni el drama de No se Aceptan
Devoluciones, pero es levemente solida.
Mi Calificación: 3 de 5 Estrellas
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