¿No se les pudo
haber ocurrido un mejor titulo? La película original de 1978 se llama Halloween, el refrito de Rob Zombie se
llama Halloween, y esta nueva secuela
se llama Halloween. El refrito tiene
excusa de compartir el mismo titulo que la cinta original, pero no esta
secuela. Generaciones futuras y el público general van a tener que saber cómo diferenciar
estas tres cintas. ¿Cuál es la original? ¿Cuál es el refrito? ¿Cuál es la
secuela?
Halloween
es una secuela directa a la cinta de 1978. Ignora por completo las secuelas que
siguieron al clásico original, similar a lo que hizo Halloween H20: Veinte Años Después. Es otro intento por revivir
esta saga, la cual ha estado inactiva por casi diez años, después de las dos
entregas que realizó Rob Zombie. Se ha estrenado en un momento absolutamente
ideal: el cuadragésimo aniversario del largometraje que inició todo. Añade la
participación de la actriz original, Jamie Lee Curtis, y tienes el tributo
perfecto a una de las cintas de horror más populares y emblemáticas de todos
los tiempos.
Michael Myers ha estado encerrado en
un manicomio durante varios años. Laurie Strode, la sobreviviente de los
terroríficos eventos ocurridos hace cuarenta años, todavía está traumada por la
experiencia y obsesionada con tener la posibilidad de matar a Michael Myers. Su
situación es tan grave que incluso ha afectado su relación con su hija y nieta.
Cuando llega el día de Halloween, el manicomio decide trasladar a Michael Myers,
junto con otros presos, a otra instalación. Sin sorpresa alguna, Michael Myers
aprovecha la ocasión para escapar. Ahora él anda suelto por el pueblo, y está
en manos de Laurie Strode proteger a su familia y acabar con Michael Myers de
una vez por todas.
Cabe mencionar
que el planteamiento en sí tiene su problemática. Realmente la cinta no da una
buena excusa de por qué quieren trasladar a este especifico asesino y a los
demás psicópatas a otro lugar. Es más, al inicio de la película la trama lidia
con dos investigadores tratando con el caso de Michael Myers. Uno pensaría que
estos personajes jugarían un papel importante en la trama, pero tal no es el
caso. Su presencia no tiene mucha utilidad en la película, salvo darle un empujón
a algunos de los planteamientos de la historia, los cuales estrictamente no
requerían de su participación.
Sin embargo, estos aspectos deben de
ser vistos no como un detrimento fatal para la cinta, sino como pequeños
errores que, siendo honestos, se han de esperar. Es increíblemente complicado
hacer una escuela para el subgénero slasher
del cine de horror. Los
planteamientos de las secuelas de otras franquicias de este tipo como Viernes 13 se vuelven cada vez más y más
ridículos con cada nueva entrega. Pero el problema no yace tanto en estas
películas, sino en la actitud demasiado demandante de algunos espectadores.
Estas no son películas que deben ser analizadas por sus méritos artísticos. Son
meras distracciones, y nada más. Tenemos que dejarnos llevar por nuestras
emociones, no por la lógica. Es evidente que esa es la intención de los
realizadores. Como atributo, se tiene que reconocer que la premisa de Halloween no está tan mal, e incluso es
mucho mejor que otras películas de este tipo.
Se comentó que
estas películas son experiencias, y vaya que eso sí es completamente aplicable
a esta cinta. Como thriller, Halloween es
excepcional. En su primer acto, la película establece la historia, los
personajes y la situación. Desde que Michael Myers queda libre y empieza con
sus maldades, la película se vuelve cada vez más y más tensa.
El personaje comete unos crímenes verdaderamente atroces, convirtiéndolo
en un villano detestable. Sorprendentemente para este tipo de película, los
personajes son bastante carismáticos. Deseamos verlos sobrevivir y despreciamos
a Michael Myers cuando asesina a alguno de ellos. Esto es un ingrediente muy
importante. Muchas otras películas de este tipo nos presentan victimas molestas
e insoportables. ¡Uno casi se pone del lado del asesino! Pero con Halloween, el enfoque está donde debería
de estar: deseamos ver sobrevivir a los cazados, y deseamos ver morir al
cazador. Esto le añade al largometraje el horror y el suspenso que necesita. Indudablemente,
el mejor personaje de la película es Laurie Strode, interpretado bellísimamente
por Jamie Lee Curtis.
Muchas de las escenas donde el villano asecha a sus victimas están muy
bien logradas y mantienen al espectador en espera de qué va a suceder.
Afortunadamente, muchas de estas escenas no culminan en un susto de salto, otro
atributo para la película. Cabe señalar que los últimos veinte minutos son
excepcionales. La secuencia final está casi garantizada de mantener al
espectador al borde de su asiento.
Ahora, a pesar de que Halloween da
los frutos en cuanto a intriga, sí se mencionó previamente que la historia en
sí tiene sus defectos. Lamentablemente, hay bastantes. A pesar de que los
personajes son carismáticos, cometen algunas decisiones verdaderamente
estúpidas y a veces no actúan en una situación de la manera que cualquier otro
ser humano haría. Lo más notable es una decisión increíblemente mala que los
mismos personajes principales cometen cerca del acto final de la película. Otro
caso es la decisión que un personaje, un clínico del manicomio para ser
precisos, toma. La motivación y el comportamiento de este personaje es
absolutamente ridículo y no hace ningún sentido. Es un giro total de lo que
nosotros como espectadores hemos llegado a esperar de este personaje, y eso es
en la peor manera posible.
Otro error es la ola tan bizarra de coincidencias que plagan algunos
puntos de la trama. Algunos eventos suceden con poca probabilidad lógica. Literalmente
es como si los guionistas estuvieran estableciendo estos sucesos para acomodar
la trama a su propio beneficio.
El personaje principal de Laurie Strode es uno de los puntos más
fuertes de la película. Es una defectuosa pero valiente heroína con la cual nos
podemos aliar. Sin embargo, a pesar de esto, hay una oportunidad que la cinta
lamentablemente no logró aprovechar. Esta mujer ha estado traumada por la
memoria de Michael Myers por gran parte de su vida. Al momento en el cual ella
por fin se vuelve a enfrentar con este asesino después de tantos años, los
guionistas no logran darle el arco emocional que este personaje necesita. En
otras palabras, no logran comunicarle al espectador lo importante que son estos
momentos conclusivos para nuestra heroína principal. Claro, durante la
secuencia final de la película es ella principalmente quien se enfrenta con el
asesino que la ha atormentado durante tanto tiempo, lo cual es acertado. Sin
embargo, hubiera hecho una gran diferencia si los guionistas hubieran añadido
unos breves instantes de emotividad para el personaje. Hubieran sido toques minúsculos,
de pocos minutos o hasta quizás de unos meros segundos, que hubieran hecho una
gran diferencia.
Con todo y sus defectos, los cuales se han de esperar y que incluso
son perdonables, Halloween es un
excelente tributo al clásico de 1978. Como cine de suspenso, es una cinta de
muy buena calidad. Sin embargo, ciertos errores sí causan que uno tenga que
reducirle su calificación final, por más tentado que uno esté de darle una
calificación más alta. Pero en conclusión, Halloween
está altamente recomendada.
Mi Calificación: 3.5 de 5 Estrellas