Dunkerque es la nueva cinta del
aclamado cineasta Christopher Nolan. Él ha entrado a distintos géneros
cinematográficos, tales como el misterio (Memento),
la acción (la trilogía de El Caballero
Oscuro) y la ciencia ficción (El Origen).
Dunkerque es su primer largometraje
de guerra, y tal como sus otros proyectos, él trata el tema con la mayor
sofisticación y seriedad posible.
La película es sobre un evento
histórico que sucedió en la Segunda Guerra Mundial en la puerto francés de Dunkerque.
En el largometraje, vemos el mencionado evento desde distintos puntos de vista.
Vemos los problemas por los cuales pasan una pareja de pilotos, vemos cómo un
joven soldado ingles intenta salir del puerto y colarse para salvar su vida, y vemos
a un grupo de civiles rescatar a un soldado en su bote.
En toda
sinceridad, se debe admitir que ésta es una cinta un poco difícil de relatar.
Simplemente porque no es una historia tradicional con un objetivo relatado a través
de una estructura de tres actos (principio, desarrollo y final). A cambio, Dunkerque funciona como una experiencia
más que como una historia heroica. Claro, vemos a ciertos personajes llegar a
alcanzar sus objetivos y cometiendo actos heroicos, pero realmente no es una
película que ha conseguido notoriedad por su historia. Inclusive los críticos
que tanto la han aclamado han comentado que la cinta no es notoria tanto por su
historia, sino por la experiencia en la cual los ha atrapado.
¿Dunkerque
funciona bien como una experiencia? Claro que sí. La película raramente aburre;
sabe cómo mantener al espectador interesado y ver cómo las tramas se van a
desenvolver. De un punto de vista técnico, el filme es esplendido. La
información detrás de cámaras revela que la filmación se llevó a cabo en
exteriores. Esas escenas que toman lugar en el mar y en el puerto, realmente se
filmaron ahí mismo; no son fondos generados mediante pantallas verdes y
computadoras. Es una película muy orgánica y fotografiada espléndidamente, al
igual que El Renacido de Alejandro
González Iñárritu.
Adicionalmente,
un aspecto que Christopher Nolan sabe usar de una manera muy emocionante y
eficiente es la música. En sus películas sabe cómo usar la música para generar
todas las emociones que el publico debe de sentir durante cierta escena. Y Dunkerque no es una excepción. Sin
embargo, la música utilizada en Dunkerque
no es tan espectacular como en sus otras películas. Es más minimalista, pero de
alguna manera, funciona magistralmente.
Como una experiencia y como una
nueva manera de hacer una cinta de guerra, Dunkerque
funciona muy bien y es tal hecho la razón por la cual la cinta ha recibido
tanto elogio. Sin embargo, tendría que mentir si dijera que Dunkerque es una cinta muy memorable. Como
se ha mencionado, la historia no es el fuerte de la película, y por lo tanto
habrá gente que no se sentirán muy apegados a ella. Adicionalmente, no hay
personajes en la película con los cual uno realmente pueda apegarse y crear una
conexión. Por lo tanto, la película resulta un poco fría.
Dunkerque es una cinta que ya ha
creado polémica y ha sido aclamada como una nueva forma de ver cine. El publico
que esté más inclinado a filmaciones más experimentales amara esta película.
Pero por el otro lado, el publico con gustos más clásicos, más acostumbrados a
historias heroicas con personajes con quienes pueden adherirse e inspirarse, sí
encontraran cosas que disfrutar, pero tendrán dificultades en crear un vinculo
emocional con la cinta. Esta es una de esas películas que uno debe ver por lo
menos dos veces. La primera vez para tomarse de sorpresa, y la segunda vez para
analizarla y admirar su merito artístico a mayor profundidad.
Mi Calificación: 4 de 5 Estrellas
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